Autoestima contingente: Una de las cosas que los seres humanos hemos deseado, es tener una autoestima a prueba de todo, de poder con familias invalidantes, sobre todo con la sociedad en la que vivimos hoy en día, la cual exige la perfección. Esto no es así, la percepción que solemos tener acerca de nosotros mismos suele ser contingente; a continuación, explicaremos qué es la autoestima contingente.
En este sentido, relativamente, la ciencia tomaba la palabra autoestima de dos formas, quien la tenía alta, que son personas que pueden lograr absolutamente todo lo que se propongan, ya que se ven de una forma espectacular, y por otra parte, las personas que tienen la autoestima baja, son las que logran desarrollar algún tipo de trastorno psicológico. A pesar de esto, actualmente podríamos decir que la autoestima fluctúa y que, en ocasiones, no basta simplemente con tenerla alta para ser completamente feliz en la vida.
Qué es la autoestima contingente y cómo nos afecta
La autoestima contingente se refiere a la idea que tenemos de nosotros mismos y que se ve afectada por diferentes factores externos. Es cuando nuestro valor personal y nuestra satisfacción dependen de ciertos logros, reconocimientos o de la aprobación de otros. Esto puede llevarnos a vivir en una constante búsqueda de cumplir con expectativas que muchas veces son impuestas por otros o por nosotros mismos, condicionando así nuestra felicidad y bienestar emocional.
Debido a ello, existen casos de personas que, por ejemplo, pueden tener una idea de ellos mismos completamente perfecta en un ámbito laboral, pero, por el contrario, pueden sentir cierta inseguridad en cuanto a su imagen física. Todos los seres humanos, en algún momento de nuestra vida, hemos caminado por esa cuerda floja, la cual se refiere al constructor psicológico de la autoestima; siempre existen áreas que se encuentran más débiles y espacios, al mismo tiempo, en los que nos podemos encontrar como pez en el agua y nos defendemos a la perfección.
Sin embargo, al mismo tiempo, es imposible dejar a un lado algo innegable: las creencias que normalmente construimos acerca de nosotros mismos son contingentes y siempre dependen de todo lo que nos rodea: familia, amigos, profesores o incluso redes sociales. En nuestro día a día, todo lo que observamos y vemos son cosas que queremos tener o comprender. Esto en su totalidad es de suma importancia para poder tener en cuenta a qué mensajes podemos darle valor y a qué otros no.
Comparaciones Sociales
Normalmente, cuando una persona suele tener altos niveles de contingencia, es mucho más propensa a compararse constantemente con publicaciones o cosas en las redes sociales, que hagan lucir la apariencia. Como resultado de esto, regularmente suelen sentirse inferiores. Este tipo de comparaciones en cuanto a la apariencia física se hacen desde lo que percibimos en la apariencia de otras personas.
De igual manera, esas personas que constantemente tienen su autoestima basada en el cumplimiento de distintas normas y expectativas que se rigen por un factor social y las comparaciones sociales que se relacionan con la apariencia, pueden afectar directamente la autoestima que tiene el individuo.
Asimismo, esto puede ir tanto de una forma positiva, como negativa. En la positiva, tenemos las comparaciones sociales en el aspecto físico y mantener cierto nivel de autoestima. Sin embargo, no podemos olvidar la parte negativa, que es la más común, ya que las comparaciones sociales que se relacionan con lo físico pueden ocasionar que la autoestima baje, así como también el valor que tiene la persona de sí mismo. Normalmente, las mujeres con autoestima con estándares culturales, y es por eso que suelen verse mucho más afectadas por estas comparaciones sociales, más que todo cuando no sienten que son lo suficientemente atractivas.
Aunado a ello, hoy en día, en un mundo donde los medios de comunicación se han encargado de popularizar ciertos estándares de belleza que son poco realistas en el caso de las mujeres, la comparación que dan los medios de comunicación puede ocasionar que una persona con una contingencia alta tenga ciertos sentimientos de insuficiencia, ya que no se va a sentir al mismo nivel. Esto es tan perjudicial en ocasiones, que los ejemplos de belleza que se presentan son completamente inalcanzables tanto para el hombre como para la mujer promedio.
Cabe destacar que también es importante resaltar que no todos los individuos reaccionan de la misma manera, ya que no todos se pueden ver afectados por lo poco realista de los medios y las comparaciones con las personas que los rodean. Recordemos que la autopercepción de la apariencia es cuando el individuo mide su propia belleza, y en el caso de las mujeres que no tienen una buena autopercepción de su apariencia, es el caso en el que estamos hablando de mujeres que se encuentran insatisfechas, imágenes ideales de mujeres a través de los medios de comunicación.
Explorando la autoestima no contingente y sus beneficios
En contraste con la autoestima contingente, la autoestima no contingente es aquella que se mantiene constante y no depende de factores externos. Es decir, se basa en un sentido de valor personal que no flaquea ante el éxito o el fracaso en distintas áreas de la vida. Personas con autoestima no contingente tienden a tener un mejor bienestar emocional, ya que su sentido de valía no está en constante evaluación basada en la percepción externa o en logros específicos.
Ejemplos de autoestima no contingente pueden ser encontrados en individuos que mantienen una perspectiva positiva y aceptan sus defectos sin que estos afecten su autoconcepto. Estas personas pueden experimentar decepciones o críticas sin que esto altere significativamente su autoestima. Algunos ejemplos de autoestima no contingente incluyen:
- Una pérdida en una competencia deportiva es vista como una oportunidad para aprender, en lugar de una amenaza para la autoimagen.
- Recibir críticas en el trabajo es tomado como una herramienta para el crecimiento personal, no como un reflejo del valor como persona o profesional.
- Aceptar el físico propio con sus imperfecciones, comprendiendo que la apariencia no define la valía individual.
Estos ejemplos demuestran la importancia de cultivar una autoestima que se sostenga desde adentro y que sea resistente a las opiniones y situaciones externas.
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Contingencia en la familia y redes sociales
La autoestima contingente hace que los individuos vivamos constantemente en guardia con todo lo que esto ocasiona, en donde nos damos cuenta de que ciertas relaciones o situaciones pueden afectar nuestra forma de identificarnos. Establecemos vínculos con otras personas esperando que estas afecten o no dañen y que actúan como una especie de agentes validadores de nuestro autoconcepto y autoimagen.
En este sentido, es muy probable y frecuente que se llegue a la edad adulta y es justo allí donde nos damos cuenta de cómo nuestro núcleo familiar, de cierto modo, ha contribuido a que se consoliden distintas inseguridades que tenemos. Esto ocasiona que, en la medida de lo posible, busquemos otras contingencias, es decir, otras personas que nos puedan nutrir y que nos hagan sentir de cierto modo más seguros y protegidos.
Por otra parte, es importante hacer énfasis en que es imposible no ver o señalar cómo las redes sociales y el mundo digital pueden, de cierto modo, moldear y poner en jaque la autoestima de muchos jóvenes. Podríamos incluso llegar a decir que son el principal factor de contingencia en este siglo XXI. Todo lo que son los likes y los seguidores del individuo pueden revelar cuánto valor tenemos para los demás, y la verdad es que esto es algo que puede llegar a ser preocupante.
Menos contingencia y más autoestima verdadera
Cuando hablamos de esta contingencia o autoestima contingente, podríamos decir que se puede encontrar y se ha encontrado presente en nosotros en algún momento de nuestra vida. Y es que, como seres humanos, somos seres sociales y dependemos de cómo nos traten o vean las demás personas.
Aunado a ello, en ocasiones, el simple hecho de perder un trabajo puede que nos afecte de una forma muy notable la autoestima, así como también ser traicionado por nuestros amigos, por nuestra pareja, entre otras razones. Son aspectos que afectan a nuestra autoestima directamente, y siempre van a existir ciertos puntos de inflexión que afectan este constructor lógico, ya sea en un mayor o menor grado. Pero la pregunta realmente es: ¿se puede liberar por completo al ser humano de esa dependencia externa? La verdad es que la respuesta es no, ya que no se puede del todo.
Sin embargo, se puede intentar fortalecer la autoestima verdadera y que esta sea mucho más fuerte, mucho más resistente y que no sea tan dependiente de los demás. Es por ello que, para lograr una autoestima verdadera, existen ciertas dimensiones que se deben desarrollar, las cuales se detallan a continuación:
Sin embargo, la autoestima siempre ha sido un tema muy difícil de tocar, y es que es algo bastante delicado en el ser humano. Cuando hablamos de la autoestima contingente, tampoco hablamos de un tema sencillo, ya que nosotros, en algún momento, hemos sido contingentes, ya sea por nuestros padres, por las redes sociales, o las cosas que percibimos del mundo, que en ocasiones nos hacen sentir inferiores o diferentes. La verdad es que no debemos compararnos con las demás personas.
Para finalizar, debemos agregar que no debemos vivir nuestras experiencias o las cosas que queremos en nuestra vida en base a lo que las demás personas tienen o viven, ya que cada persona es única y cada persona vive su proceso. Es importante fortalecer nuestra autoestima; recordemos que, en dado caso de que existan ciertos problemas de autoestima que afectan tu bienestar emocional, nunca está de más acudir con un profesional de la salud mental, quien te brinde las herramientas necesarias para poder mejorar en esta área.
Referencias Bibliográficas
Camaiora Chiappe, Giulia. «Dependencia emocional y autoestima general y contingente a las relaciones de pareja en mujeres adultas en una relación de pareja de Lima Metropolitana.» (2018).
Marrone, Daniela Bergesch D’Incao, and Claudio Simon Hutz. «Motivación Académica y Autoestima Contingente: Relación con la Satisfacción de La Vida, La Esperanza y el Optimismo.» Avaliação Psicológica 18.4 (2019): 419-428.
Roca, E. L. I. A. «Autoestima sana.» Una visión actual, basada en la investigación (2013).
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8 comentarios en «Autoestima contingente»
Vaya, esto del autoestima contingente me suena como una montaña rusa emocional. ¿Alguien más lo ha experimentado?
¿Creéis que la autoestima contingente es solo una excusa para no enfrentar nuestros verdaderos problemas? #autoestimacontingente
Vaya, ¡parece que autoestima contingente es una teoría interesante! ¿Alguien tiene ejemplos de comparaciones sociales que afecten nuestra autoestima?
¡Me parece increíble cómo las comparaciones sociales pueden afectar nuestra autoestima! ¿Alguien más lo ha notado?
¡Totalmente de acuerdo! Las comparaciones sociales son un veneno para nuestra autoestima. Pero, ¿sabes qué? No deberíamos dejarnos afectar por lo que los demás piensen de nosotros. La verdadera confianza proviene de nuestro interior, no de las opiniones de los demás. ¡Ánimo, tú vales mucho!
¡Vaya! No sabía que mi autoestima estaba condicionada por comparaciones sociales. ¡Interesante descubrimiento!
¡Totalmente de acuerdo! La autoestima contingente es un problema real en nuestra sociedad. #MásAmorPropioVerdadero
¡Me parece súper interesante el tema de la autoestima contingente! ¿Alguien más tiene alguna experiencia que quiera compartir?