• Predominante Inatento: éste hace referencia a que el niño presenta una gran dificultad para mantener la concentración durante cualquier explicación o tarea, sin embargo, este no presenta ningún síntoma de hiperactividad, es eso lo que conocemos como el Trastorno de Déficit de Atención sin Hiperactividad.
• Predominante Hiperactivo: es cuando el niño posee una conducta nerviosa, la cual le impide a toda costa mantenerse quieto, así como también puede generar cierta dificultad a nivel del control de los impulsos, esto se conoce como Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad.
• Impulsivo o combinado este no es más que cuando la persona presenta ambos subtipos ya mencionados.

En función de lo antes señalado, digamos que las clasificaciones y conceptos han venido cambiando durante los últimos años, es por eso que en ocasiones se habla del Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad como una forma genérica para mencionar un solo trastorno, aunque algunos pacientes presentan inatención o se inclinan más por la hiperactividad, sin embargo, siempre diferenciando los subtipos ya anteriormente mencionados.

Cabe destacar, que para que se pueda llevar a cabo un diagnóstico de esta enfermedad, es importante que se observe la repetición de las conductas que pueda presentar el niño, al menos en dos ámbitos diferentes, estos ámbitos pueden ser el colegio y el hogar.

Por ende, estos niños normalmente no presentan conductas violentas en comparación con otros trastornos, por lo que esto no afecta para nada la socialización o el hecho que el niño pueda tener un círculo de amigos.

Cómo distinguir el trastorno de déficit de atención con hiperactividad.

El Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad como ya lo hemos mencionado en múltiples ocasiones, su síntoma más característico es la capacidad para concentrarse, ésta se une con lo que es la impulsividad y la sobre actividad excesiva.

Ahora bien, una de las primeras diferencias más notables en los niños con el Trastorno de Atención, es que tienen cierta incapacidad para mantenerse en un solo sitio, ya sea sentado o en cualquier lugar, así como también no pueden mantenerse concentrados ante una sola tarea concreta.

De esta manera, también es importante resaltar que su conducta puede que sea un poco más irascible y agresiva, en comparación con los otros niños que sólo presentan el subtipo del déficit de atención, es por eso que en estos casos las relaciones sociales suelen ser un poco más complicadas, cabe resaltar que también esta situación les puede generar problemas para relacionarse tanto con amigos como con familiares.

Asimismo, los niños cuando tienen esta enfermedad también presentan una tensión física constante y eso les dificulta el poder mantenerse relajados.

Por consiguiente, otra variable también que distingue este Trastorno es la atención dispersa de los niños, que es a tal grado que hace que no puedan terminar sus tareas las abandonan sin finalizar, a excepción de algunos casos en los que ellos se encuentren muy motivados.

Sin embargo, cuando hablamos de este tipo de niños hiperactivos tenemos que tener en cuenta que estos no respetan el turno de la palabra, es por eso que constantemente interrumpen ya sea en clases, conversaciones o ante cualquier situación, lo cual puede resultar bastante desagradable.

Por último, es importante resaltar que, al ser impulsivos, impacientes los niños con hiperactividad, pueden precipitar sus reacciones, lo cual los lleva a cometer una serie de errores. Es importante resaltar que cuando estos Trastornos no se atacan en la infancia al llegar a la adolescencia pueden ser personas mucho más conflictivas.

¿Qué tienen en común los niños con TDA y los niños con TDAH?

A pesar de que en muchas ocasiones solemos incluirlos en un solo Trastorno, se podría decir que ambos presentan y comparten esa dificultad a la hora de focalizar la atención, seguir rutinas, pautas, pero si tienen algo que los diferencia un poco y es que los niños con trastorno por hiperactividad, destacan por cierta conducta impulsiva y precipitada como ya lo mencionamos en múltiples ocasiones.

Cabe señalar, que los niños con ambos Trastornos pueden sufrir de confusión, ya que no consiguen con normalidad el hilo de las explicaciones con un ritmo mental mucho más lento, así como también presentan dificultades a la hora de memorizar y procesar cualquier tipo de información que reciben del exterior, esto produce que de cierta forma haya una ralentización del nivel del aprendizaje, el cual si no se trata de forma adecuada puede generar un fracaso escolar.

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Generalmente, ellos sólo se quedan con una pequeña parte de la información y en otras ocasiones son incapaces de poder identificar un aprendizaje de forma precisa, recordemos que el trastorno de déficit de atención el niño hace que éstos puedan presentar cierta dispersión mental. Es por eso, que ellos muestran esa dificultad a la hora de realizar tareas normales, en ocasiones es tan complicado para ellos que no saben ni siquiera por dónde empezar, más aún cuando se trata de trabajos mentales mucho más complejos.

Para finalizar, recordemos que aprender más acerca del Trastorno de Déficit de Atención o del Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad es muy importante, ya que es un Trastorno que se está dando de forma muy frecuente y como hacer mucho más sobre este tema nos provee de la ignorancia, nos ayuda a poder identificarlo y saber a qué instancias recurrir. Recordemos que cada diagnóstico siempre debe ir de la mano con un profesional de la salud mental, que nos pueda ayudar herramientas necesarias para la mejoría del mismo.