Estereotipias ¿Qué son?

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Jessica Davó García

Estereotipias en el Autismo: Entendiendo los Patrones Repetitivos

Se podría decir que las estereotipias son un tipo de trastorno del movimiento, el cual se caracteriza debido a la aparición de distintos movimientos involuntarios sin ningún tipo de intención. Normalmente, estos son coordinados y rítmicos, que se realizan de la misma forma en cada repetición.

Estereotipias ¿Qué son?

Debido a ello, los movimientos en ocasiones no impiden las actividades que realizan normalmente el niño, en comparación con otros trastornos del movimiento que suelen ser más complejos y afectan durante la infancia, como las mioclonías, distonías, entre otros. Estas, en comparación, pueden de cierta manera suprimirse con facilidad a través de distintos estímulos distractores.

Normalmente, para muchos padres resulta sorprendente que las estereotipias en niños pueden ser tan frecuentes durante la infancia y que en su mayoría éstas sean benignas y autolimitadas. Algunas, aunque no se identifiquen tal cual como las manías, como chuparse el dedo o morderse las uñas, son consideradas estereotipias motoras simples, y es común que aparezcan en el 70% de los niños en algún momento durante su desarrollo.

Sin embargo, las estereotipias también pueden manifestarse de manera distintiva en casos de estereotipias autismo, donde los patrones de comportamiento repetitivo pueden incluir aleteo de manos, balanceo o golpeteos. Es importante distinguir entre el espectro de presentación de estas conductas, desde las formas más evidentes hasta aquellas sutiles como las estereotipias autismo leve.

Estereotipias en Niños Sin Autismo

Es crucial mencionar que las estereotipias en niños sin autismo también son comunes y pueden aparecer en el desarrollo normal. Estos movimientos repetitivos no necesariamente indican una condición patológica, y muchos niños los presentan como parte de su exploración y aprendizaje. Por ejemplo, los movimientos estereotipados en niños normales pueden incluir balanceos, giros o movimientos de las manos y brazos que no tienen una intención específica y que son parte del juego o la curiosidad innata del niño. Aunque estos comportamientos pueden parecer extraños, suelen ser inofensivos y tienden a desaparecer con el tiempo.

¿Qué son las Estereotipias?

Como ya lo hemos mencionado, en un inicio las estereotipias no son más que un trastorno del movimiento de tipo hipercinético, que se da mucho dentro de la infancia. Existe una serie de falsas creencias sobre lo que son las estereotipias, por lo que es crucial aclarar la pregunta qué son estereotipias para comprender mejor este fenómeno.

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    De igual manera, tenemos que, sobre todo, a las estereotipias más complejas como el aleteo, que en su mayoría se ven relacionadas con los trastornos del Neurodesarrollo, como el Trastorno de Espectro Autista. La realidad es bastante distinta; las estereotipias no sólo existen dentro del Autismo, sino que pueden aparecer en la vida de cualquier niño y no necesariamente representan un riesgo de patología neurológica.

    Ahora bien, es importante resaltar que cada niño tiene un proceso distinto y un repertorio de movimientos únicos, los cuales en ocasiones se pueden repetir durante varias veces al día de forma idéntica, prácticamente todos los días, y eso no necesariamente es señal de una patología.

    ¿Con qué se confunden las estereotipias?

    Estereotipias

    En muchas ocasiones, es muy común que confundan las estereotipias con otros trastornos del movimiento hipercinético, más aún con los tics complejos como compulsiones, crisis epilépticas, también con movimientos como asentimiento o cabeceo. Para poder diferenciar las estereotipias de cualquier otra patología, se deben tener en cuenta cada una de las siguientes características:

    • Inicio precoz: esto sucede cuando se da en niños que son menores de tres años, ya que los tics normalmente aparecen de forma tardía, es decir a los 6 o 7 años de edad.
    • No se dan durante el sueño.
    • La persona no es totalmente consciente del movimiento que genera la estereotipia.
    • Los movimientos siguen un patrón fijo, ya que siempre son iguales, a diferencia de los tics motores complejos, que poseen un patrón bastante errático y variado.
    • Existe un predominio en las extremidades superiores; a su vez, también puede que afecte a las inferiores y al resto del cuerpo. Sin embargo, los tics normalmente predominan más en la cabeza y en las extremidades superiores o tronco.
    • Poseen ritmicidad.
    • Sin suprimirse con la distracción, a diferencia de cualquier tipo de crisis epilépticas u otro trastorno del movimiento hipercinético. Incluso algunos tics son menos suprimibles que las estereotipias en sí.
    • Tienen una mayor duración.
    • No asocian la alteración del nivel de conciencia.
    • Tienen ausencia de sensación anormal premonitoria o también urgencia en su realización.
    • Puede que lleguen a ser placenteras para el individuo que la sufre.
    • Al suprimirse, no genera ningún tipo de ansiedad en los niños.

    Estereotipias: Tipos.

    Tomando en cuenta los conceptos anteriormente mencionados, y según el patrón de movimientos repetitivos que pueden presentar las estereotipias, se dividen de la siguiente manera:

    • Comunes: Las estereotipias comunes o fisiológicas se podrían decir que son muy frecuentes durante la infancia, ya que aparecen desde el momento de lactancia hasta la adolescencia. Se podría decir que estadísticamente, afecta hasta un 70% de los niños durante algún momento de su vida. Estas suelen ser tan frecuentes que la sociedad las catalogan como conductas anormales del niño. Dentro de ellas se podrían encontrar algunas típicas como chuparse el dedo, balancearse, enroscarse el pelo, comerse las uñas, golpear o rozar con los dedos de las manos, entre otras. Es muy común que estas estereotipias vayan cambiando a medida que el niño va creciendo, y se puede ir pasando de una a otra.

     

    • Complejas: Cuando, por el contrario, las estereotipias suelen ser más complejas, se refieren a movimientos estereotipados que siempre son de los miembros superiores. Generalmente, estos suelen ser rítmicos, como aleteo o palmadas, y es muy común que esto se vea acompañado de ciertos movimientos anormales en las muñecas, manos o dedos. También puede que vayan acompañados de muecas faciales o ruidos guturales durante los movimientos repetitivos.

    Ahora bien, se podría decir que dentro de esos tipos, como ya sabemos, las complejas son las que normalmente se pueden ver en consulta, ya que son catalogadas como las más graves. Sin embargo, es importante que se realice un diagnóstico diferencial que puede existir. Éstas se pueden clasificar en primarias o estereotipias secundarias, las cuales son:

    • Primarias: Las primarias o psicológicas son todas aquellas estereotipias comunes o complejas que suelen aparecer en los niños que poseen un desarrollo normal.

     

    • Secundarias: Mayormente, son aquellas que suelen aparecer en los niños que poseen algún tipo de trastorno neurológico, el cual puede ser asociado como, por ejemplo, estereotipias que normalmente aparecen en los Trastornos de Espectro Autista en los niños con discapacidad cognitiva o también en los niños con problemas neurosensoriales.

    Diagnóstico.

    Estereotipias

    Los diagnósticos en estos casos siempre deben ser clínicos, y no es necesario que haya pruebas complementarias, a menos de que se sospeche de una patología que vaya más allá de las estereotipias. A la hora de establecer algún tipo de diagnóstico diferencial, se puede hacer uso de resonancia magnética y otras herramientas que permitan ver qué puede tener un niño. Sin embargo, una de las cosas que puede ayudar a la hora de un diagnóstico es:

    • Se debe observar de forma directa.
    • Análisis de videos caseros.
    • Usar cuestionarios estandarizados que estén validados.

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    Tratamiento.

    Normalmente, durante la mayoría de los casos, no se requiere de un tratamiento y la parte más importante sería explicar a la familia la benignidad del cuadro. Esto puede aplicar también para las estereotipias secundarias, ya que no perjudican y deterioran el estado general o el desarrollo del niño. El mayor problema que, en dado caso, pueden ocasionar es el nivel de funcionamiento o aceptación social.

    Asimismo, también es importante destacar que el abordaje farmacológico o conductual en las estereotipias secundarias en la mayoría de los casos es bastante difícil e infructuoso. Sin embargo, en algunos casos se puede intentar.

    Aunado a ello, a la hora de tomar la decisión de tratar este tipo de patologías, puede depender de la gravedad clínica que posea la repercusión social, así como también de la repercusión en el rendimiento académico. En el caso de que sean las primarias, cuando hablamos de las secundarias, también se podría decir que esto puede depender de la repercusión en la dinámica socio-familiar y que se vean también reflejadas ciertas conductas autolesivas para el niño, ya que estas consecuencias negativas deben ser tratadas.

    Debido a ello, es que los tratamientos en estos casos pueden ser de dos tipos, los cuales son:

    • Tratamiento conductual: El tratamiento conductual, sin duda, es uno de los más utilizados, debido a que ha mostrado una gran eficacia. Normalmente, se basa en potenciar otro tipo de movimientos que sean adaptativos y sustituir estereotipias. En los casos de los niños que poseen las primarias, se puede hacer uso del auto-reconocimiento por parte del niño, que puede ayudar a inhibir la estereotipia en este caso.

     

    • Tratamiento farmacológico: Este es uno de los menos usados, y es por la baja efectividad que suele tener en comparación con el tratamiento conductual. Se emplea en casos bastante puntuales de forma coadyuvante, más que todo se emplea en los casos en los que existe la auto-lesión o repercusión psicosocial.

    Diagnóstico Diferencial.

    Estereotipias

    En algunos puntos anteriores, hablamos acerca de que, en ocasiones, las estereotipias suelen ser confundidas con otro tipo de problemas, y es que esto es bastante frecuente. Normalmente, existe cierto diagnóstico diferencial con otros problemas, en este caso sería con los tics, los cuales son un trastorno del movimiento con el que debemos aprender a identificarlo y diferenciarlo, ya que los padres suelen catalogar como tics.

    Sin embargo, este tipo de comportamientos, cuando los detectan en sus hijos, es bastante complicado en este caso, ya que en ambos existen ciertos movimientos repetitivos sin intención alguna. En ambos se puede desencadenar por distintos estímulos como lo son el estrés, el aburrimiento, la ansiedad y el cansancio.

    Igualmente, también para rizar más el rizo, ambos pueden estar presentes en un mismo paciente y es por eso que puede resultar un poco complicado diferenciarlo. Sin embargo, de la mano de un profesional, es importante lograr hacerlo para que el niño pueda estar bajo un tratamiento adecuado.

    ¿Cómo diferenciarlos?

    Una de las claves para poder identificarlo de forma eficaz más allá de acudir con un experto, es que las estereotipias normalmente aparecen durante los primeros años de vida, mientras que los tics aparecen a partir de los seis años de edad. Por otra parte, a diferencia de los tics, el patrón de movimiento es fijo y fácilmente se puede suprimir con distracciones, sin generar ningún tipo de tensión.

    Por consiguiente, en el caso de los tics, se podría decir que los movimientos son un poco distintos y suelen ser variados en cuanto a su expresión, intensidad y frecuencia a la hora de intentar suprimirlos. Esto puede ir acompañado de una sensación bastante desagradable para el niño. Por último, pero no menos importante, tenemos que no van precedidos de una urgencia premonitoria de otros movimientos anormales, como pasa en el caso de los tics.

    • Ahora bien, existen algunos casos donde se confunde con las compulsiones de los trastornos obsesivos compulsivos, movimientos anormales y repetitivos. Sin embargo, estos, a diferencia de los tics, sí son propositivos y van dirigidos netamente a disminuir lo que es la ansiedad, la cual es generada debido a los pensamientos obsesivos.
    • También pasa en el caso de las crisis epilépticas, ya que, en algunos casos de algunas crisis, de este tipo pueden aparecer una serie de automatismos motores que pueden parecerse un poco a las estereotipias. Sin embargo, la diferencia es bastante sencilla: a diferencia de las epilépticas, existe una afectación a nivel de conciencia.

    Para finalizar, el tema de las estereotipias suele ser bastante interesante, ya que existe mucha desinformación al respecto y es por eso que muchos padres en ocasiones se preocupan de más por este tipo de situaciones. Recordemos que es importante informarnos, por eso es que en este artículo están las herramientas necesarias para que puedan aprender un poco más acerca de este tema. Sin embargo, nunca está de más acudir con un profesional de la salud mental que nos pueda ayudar a resolver las distintas dudas o comportamientos extraños que tengan nuestros hijos.

    Conductas estereotipadas

    Las conductas estereotipadas son movimientos repetitivos que pueden observarse en diversas etapas del desarrollo infantil. Estas conductas, que a menudo son rítmicas y coordinadas, pueden incluir acciones como balancearse o golpear objetos. Aunque son comunes, es importante diferenciarlas de otros trastornos del movimiento.

    En muchos casos, las conductas estereotipadas pueden ser parte de la exploración normal de los niños, facilitando su aprendizaje y adaptación al entorno. Sin embargo, algunos comportamientos pueden ser más marcados, especialmente en niños con trastornos del espectro autista, donde se presentan patrones más complejos y evidentes.

    Es fundamental que los padres comprendan que estas conductas, en su mayoría, son benignas y autolimitadas. Muchas veces, los niños superan estas conductas a medida que crecen, sin que esto implique un problema de salud. La observación y la atención al contexto son clave para entender su naturaleza.

    Las conductas estereotipadas pueden clasificarse en primarias y secundarias. Las primarias se dan en niños con desarrollo normal, mientras que las secundarias suelen aparecer en aquellos con condiciones neurológicas. Este último grupo puede requerir un enfoque más cuidadoso en la evaluación y tratamiento.

    Es recomendable que cualquier preocupación relacionada con las conductas estereotipadas sea discutida con un profesional de la salud. La intervención adecuada puede ayudar a los padres a entender y manejar estas conductas, asegurando el bienestar del niño y su desarrollo integral.

    Trastorno de movimientos estereotipados

    El trastorno de movimientos estereotipados se caracteriza por la presencia de patrones repetitivos de movimientos que no tienen un propósito funcional. Estos movimientos pueden incluir balanceos, giros o movimientos de las manos, y son comunes en diversas etapas del desarrollo infantil.

    Estos comportamientos suelen ser benignos y autolimitados, lo que significa que, en la mayoría de los casos, tienden a desaparecer a medida que el niño crece. Sin embargo, en algunos casos, pueden persistir y requerir evaluación profesional.

    Es esencial distinguir el trastorno de movimientos estereotipados de otros trastornos del movimiento, como los tics o las compulsiones, que pueden tener diferentes características y causas subyacentes. Esta diferenciación es fundamental para un diagnóstico adecuado.

    Las intervenciones para los movimientos estereotipados suelen ser mínimas, y en la mayoría de los casos, se enfoca en brindar apoyo a la familia y asegurar que el niño esté desarrollándose adecuadamente. La comprensión y el conocimiento son claves para manejar estas conductas.

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    Comportamiento estereotipado

    El comportamiento estereotipado se refiere a patrones repetitivos y predecibles de conducta que son comunes en muchas personas, incluidos aquellos con o sin trastornos del desarrollo. Estos movimientos pueden incluir actividades como balancearse, aletear las manos o repetir ciertas frases. Aunque pueden parecer inusuales, son parte del proceso natural de exploración y aprendizaje en los niños.

    En algunos casos, el comportamiento estereotipado puede ser una forma de autorregulación emocional. Los niños pueden recurrir a estas conductas repetitivas para calmarse en situaciones de estrés o sobreestimulación. Así, estos movimientos rítmicos pueden proporcionar una sensación de seguridad y confort, ayudando al niño a manejar sus emociones.

    Es importante tener en cuenta que el comportamiento estereotipado no siempre indica un problema neurológico o psicológico. Muchos niños desarrollan estas conductas como parte de su desarrollo normal, y en la mayoría de los casos, tienden a disminuir con el tiempo a medida que el niño crece y se adapta a su entorno.

    Sin embargo, cuando los comportamientos estereotipados son persistentes y afectan la vida diaria del niño, puede ser útil buscar la orientación de un profesional. La intervención temprana puede ayudar a identificar si las conductas son parte de un espectro más amplio de dificultades, permitiendo un enfoque más adecuado para su manejo.

    La comprensión del comportamiento estereotipado es clave para los padres y educadores, ya que les permite distinguir entre conductas normales y aquellas que pueden requerir atención. Fomentar un ambiente de apoyo y aceptación puede facilitar la superación de estas conductas, ayudando al niño a desarrollar habilidades sociales y comunicativas.

    Referencias Bibliográficas

    Castillo-Guevara, Citlalli et al. “Enriquecimiento Ambiental y Su Efecto En La Exhibición de Comportamientos Estereotipados En Jaguares (Panthera Onca) Del Parque Zoológico ‘Yaguar Xoo’, Oaxaca.” ACTA ZOOLÓGICA MEXICANA (N.S.) 28.
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    Jessica Davó García

    Graduada en Educación Infantil por
    la Universidad Católica, San Antonio de Murcia (UCAM), graduada en Psicología por la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH), especializada en Trastornos
    del Espectro Autista y Atención Temprana.

    5 comentarios en «Estereotipias ¿Qué son?»

      • ¡Las estereotipias son mucho más que canciones pegajosas! Son comportamientos repetitivos y rígidos que pueden afectar la calidad de vida de las personas. No minimicemos la importancia de entender y apoyar a quienes las experimentan.

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